SOCIEDAD
La 'italianización' de EspañaLas presuntas tramas de corrupción que asolan el país devuelven a la sociedad los recuerdos de la Italia del Tangentopoli
24.02.13 - 01:28 - PABLO RODRÍGUEZ
Cuando el diputado de Compromís-Equo, Joan Baldoví, sacó durante el Debate sobre el Estado de la Nación cuatro sobres ante las mismas narices de Mariano Rajoy, España dio el último paso en el proceso de 'italianización' que ha estado viviendo en los últimos años. El episodio de los sobres en la Cámara, con la distancia y el cambio de personajes, recuerda especialmente al lanzamiento de monedas y billetes a Bettino Craxi, hasta entonces Secretario General del Partido Socialista Italiano y expresidente del Consejo de Ministro, tras reconocer que había recibido dinero a cambio de favores políticos. Era el 30 de abril de 1993 e Italia vivía el momento más álgido del escándalo de Tangentopoli, una trama de corrupción que se llevó por delante a los principales partidos transalpinos. Hoy, casi veinte años después, los españoles viven una situación general que ha llevado a politólogos y periodistas a relacionar ambas épocas.
La España del 2013 no es solo el país de la crisis económica y las dudas exteriores acerca de sus posibilidades. Es la España del escándalo político, la decepción ciudadana y el descrédito de las mismas raíces del estado. En los últimos años, la ciudadanía ha visto como los casos se han ido engarzando unos con otros en el tiempo: la Cataluña del 3%, la del Palau de la Música, la de la ramificación valenciana de trajes y Gurtel, la Andalucía de los ERE y Mercasevilla, la España de Urdangarín y las cuentas de Bárcenas. Uno tras otro, entre las dudas y la creciente tensión de la ciudadanía, han puesto en jaque a las principales instituciones del Estado y a sus representantes.
Como en la Italia del Tangentopoli, el mismo sistema español ha sido puesto en entredicho ante la constatación de las corruptelas del poder. Si en el país transalpino el principal punto de origen de la desazón fue la detención de Mario Chiesa mientras recibía de un empresario un maletín cargado de billetes, en España la ciudadanía ha presenciado varios episodios escandalosos y que todavía, en algunos casos, están pendientes de juicio: la publicación del supuesto cuaderno de cuentas de Bárcenas, la acusación del 3% a los políticos de CiU en el Parlament, la grabación del director de Mercasevilla que dio origen a la investigación de los ERE o la imputación del Duque de Palma en el caso Nóos, entre otros. La ciudadanía ha reaccionado con la misma furia que en Italia: manifestaciones, acusaciones a los políticos de todos los partidos, peticiones a la Justicia... sin duda, el mismo mecanismo que se repite veinte años después.
Negación y Justicia
Como entonces cuando surgieron políticos como Craxi que negaron la mayor ante la ciudadanía, aquí ha habido voces de todos los partidos negando la corrupción: Griñán, Cospedal o Artur Mas, entre muchos otros, han tenido palabras acerca de los escándalos en los que empequeñecían su alcance. Aunque quizás la más conocida de todas haya sido la popular rueda de prensa a través de una pantalla de Mariano Rajoy. En ella el presidente del Gobierno rechazaba haber cobrado sobresueldo alguno como indicaban los medios de comunicación y minimizaba el impacto de las acusaciones.
Pero si las respuestas de la ciudadanía y los partidos políticos españoles e italianos han sido similares a pesar del tiempo y el contexto, la Justicia también ha repetido patrones. Tangentopoli fue un escándalo múltiple, con ramificaciones en Nápoles, Roma, Génova o Milán, entre otras ciudades. Investigaciones judiciales que destaparon las actividades regionales de las diferentes tramas. Aquí, en España, los escándalos también se difuminan por todo el territorio, desde Andalucía a Baleares, Cataluña, Madrid o Valencia. Una prueba más de la amplitud de esta tragicomedia política en que el país se ha convertido.
También los jueces han tenido su papel en ambos casos. En Italia, las cabezas visibles fueron la entente formada por Antonio di Pietro y Francesco Saverio Borrelli, así como por Gherardo Colombo, Piercamillo Davigo, Ilda Boccassini y Armando Spataro. El llamado 'pool di Mani Pulite' -la comisión de investigación de Manos Limpias- se convirtió en azote de la corrupción, investigando y persiguiendo a los políticos acusados de participar en la red de sobornos. Pero por otra parte estuvieron en el centro de la diana de la misma red, siendo investigados y falsamente acusados de "actuar en cumplimiento de una campaña política de determinado signo", de "desprestigiar injustamente al país" o de "tener trato cercano a algunos de los empresarios investigados". Estas mismas acusaciones han sido repetidas veinte años después aquí, con especial intensidad aunque mucho más implícitas, sobre Baltasar Garzón o Mercedes Alaya, entre otros.
El final de Tangentopoli y del caso Español
Tangentopoli dejó un reguero de cadáveres políticos que minó la confianza de los italianos sobre sus instituciones y que obligaron al Presidente de la República, Carlo Azeglio Ciampi, a liderar un gobierno de transición. El panorama de los partidos cambió, con las principales siglas afectadas, políticos con discurso populista como Umberto Bossi, líder de la Liga Norte, o empresarios con mayores pretensiones como Silvio Berlusconi se convirtieron en los protagonistas de la nueva escena. Su llegada al poder en 1994 supuso el fin de los partidos tradicionales.
España no ha llegado aún a protagonizar un proceso de autodestrucción como el de Italia. Aunque el descrédito de los partidos mayoritarios va en aumento, los últimos datos sobre la intención de voto reflejan la confianza en las siglas tradicionales. Asimismo, los casos de corrupción se encuentran todavía, en su mayor parte, en fase de investigación, por lo que las dudas de los ciudadanos no se han visto todavía confirmadas. Habrá que esperar para saber si las diferentes tramas españolas se convierten definitivamente en la Tangentopoli española o no.
http://www.ideal.es/granada/20130224/mas-actualidad/sociedad/italianizacion-espana-201302240128.html