El Gobierno plantea congelar el sueldo a los funcionarios y darles más ‘moscosos’
LOS PRESUPUESTOS DEL ESTADO DE 2014/
El Gobierno no tiene previsto impulsar ninguna subida salarial a los empleados públicos el año que viene. Eso sí, a cambio, no les quitará la paga extra y Montoro baraja devolverles algún día libre.
La maquinaria del Gobierno está trabajando a marchas forzadas para diseñar una de las normas más importantes del curso político: los Presupuestos Generales del Estado. Y, como cada año, una de las partidas que más inquieta a cerca de tres millones de personas es la que afecta a los empleados públicos. Según fuentes gubernamentales, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, “no tiene previsto ninguna subida salarial” a los funcionarios en 2014, una iniciativa que afectaría tanto a los trabajadores de la Administración central, a los de los ayuntamientos, a los de las comunidades y a los de algunas empresas públicas. Y que es imprescindible para cumplir con la reducción del déficit que exige a España la Comisión Europea. Sin recurrir de nuevo a la congelación salarial será prácticamente imposible reducir el déficit del 6.3% al 5,8%, y menos con el crecimiento de la actividad inferior al 1% que pronostican la mayoría de los servicios de estudios.
Sin embargo, a cambio, el ministro de Hacienda está barajando hacer un guiño al colectivo de empleados públicos para compensar la contención salarial que vienen padeciendo en los últimos años. Por eso, ya ha comentado a algunos grupos de funcionarios en privado que planea devolverles alguno de los días libres que les quitó cuando comenzó la legislatura, los famosos moscosos .
Los moscosos surgieron en los años ochenta, para compensar una subida del IPC de dos dígitos que el Estado no podía asumir como subida salarial. Entonces, el ministro del ramo, Javier Moscoso –de dónde proviene el epónimo– decidió compensar a los funcionarios con seis días extra de asuntos propios. Montoro redujo de seis a tres los días libres en julio de 2012 y ahora ha anunciado a algunos funcionarios que le gustaría revertir esta polémica decisión en cuanto sea posible.
La partida de gastos de personal del Estado es de las más difíciles de reducir desde que comenzó la crisis. De hecho, en los Presupuestos iniciales del Estado de 2013, después de los recortes impulsados por el Gobierno central, la partida destinada a pagar la nómina de los empleados estatales alcanzaba los 33.289 millones de euros, una cifra similar a la registrada en 2009, cuando la plantilla de la Administración central era mucho más elevada y las condiciones salariales mejores. Que la Administración central se gaste cerca del 3% del Producto Interior Bruto (PIB) anual en salarios públicos cobra especial relevancia si se tiene en cuenta que sólo medio millón de los tres millones de trabajadores del sector público que hay en España depende del Gobierno central. Las autonomías en cambio emplean a 1,7 millones de personas y los ayuntamientos a cerca de 700.000.
El poder de Hacienda
Por eso cobra especial relevancia que la decisión de congelar los sueldos en todas las administraciones sea una competencia exclusiva de los Presupuestos Generales del Estado, por lo que las políticas que afectan a los gastos de personal es una de las competencias más relevantes con las que cuenta el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, para encauzar el raquítico estado de las Cuentas Públicas. De hecho, todas las administraciones han pasado de gastarse 73.887 millones de euros al año en su personal en 2004 a 106.966 millones con los últimos datos disponibles (más del 10% del PIB). Es decir, que esta partida ha crecido durante la crisis un 44% en toda España, un incremento muy superior al del IPC, que ha avanzado entre 2004 y 2013 sólo un 23,9%.
Sin embargo, lo que el Gobierno no tiene previsto lanzar este año es otro recorte de las pagas extra de Navidad a los trabajadores de las administraciones, una medida que ha servido para conseguir que el déficit se redujera al 7% el año pasado y para sortear el rescate. Esta propuesta trajo grandes problemas entre administraciones, ya que algunos ayuntamientos y CCAA desafiaron a Cristóbal Montoro con trampas contables, adelantando el pago de la paga extra de verano de 2013 a enero.
Por eso, Cristóbal Montoro no tiene la intención de tomar este año una medida tan polémica como la que puso en marcha en 2012, y dejará que sean las comunidades que lo necesiten las que pidan más esfuerzos a sus ciudadanos para cumplir con las exigencias presupuestarias.
Aunque la congelación es imprescindible para cuadrar las Cuentas anuales, los mayores ahorros en el gasto se han logrado recortando el número de empleados públicos, algo que se está acelerando desde que el presidente Mariano Rajoy se instaló en La Moncloa gracias a medidas como la tasa de no reposición y a los despidos del personal laboral.
De hecho, desde que en 2011 se alcanzó el mayor número de empleados públicos de la historia (3,22 millones), en el segundo trimestre esta cifra se redujo en 377.400 personas (actualmente hay sólo 2,8 millones de trabajadores en el sector público).