Personal censura el pacto en Policía sobre las 37,5 horas y lo suspenderá
Á.M / Burgos - martes, 13 de noviembre de 2012
Considera que el intendente jefe del cuerpo se ha excedido en las atribuciones que le otorgó el alcalde al incluir en el acuerdo asuntos no vinculados a la aplicación de la medida
El acuerdo alcanzado entre el intendente jefe de Policía Local, Fernando Sedano, y los representantes sindicales de los uniformados para la aplicación de la jornada laboral de 37,5 horas, subsidiaria del decreto emanado de Madrid para mejorar la competitividad en la administración pública, no ha gustado nada a la titular de Personal, Carolina Blasco, y al de Seguridad Ciudadana, Salvador de Foronda. Pero nada de nada.
Como se recordará, la propia Blasco inició las negociaciones pero los trabajadores se negaron a aceptar que una parte del incremento se cumpliera en jornadas completas y otra en una bolsa de horas que, obviamente, perseguía ahorrar el coste que tienen las horas extraordinarias de los agentes. Comenzaron las movilizaciones y, en el mes de agosto, el alcalde, Javier Lacalle, otorgó poderes a Sedano para cerrar la negociación apartando a De Foronda y a Blasco de ese cometido.
Las movilizaciones cesaron y nunca volvieron. El resultado de la negociación ha sido un acuerdo que ni Blasco ni De Foronda eran capaces de asegurar ayer que ya se esté aplicando (aunque según el texto tiene validez desde hace días) y que «excede con mucho lo que es la aplicación de las 37,5 horas», en palabras de Blasco, que se mostró contrariada por que no se le diera traslado del contenido del acuerdo, porque haya sido firmado por Sedano y porque, presuntamente, se haya puesto en práctica sin conocimiento de los responsables políticos de las áreas afectadas.
De todo esto tuvo conocimiento ayer la oposición, que en distintas versiones pero con el mismo fondo, culpa a Lacalle de «haber dejado negociar a una persona que no representa al Ayuntamiento y que ha hecho algo que se les niega al resto de funcionarios y laborales, con todos los problemas que eso va a generar ahora», en voz del concejal socialista Antonio Fernández Santos.
De lo sucedido «se ha dado traslado al alcalde inmediatamente» y se ha decidido, salvo que Lacalle vuelva a desautorizar a dos de sus concejales de confianza, que el acuerdo «no se aplicará». Entre otras cosas, Blasco explica que el incremento de la jornada recae sobre «solapamientos», lo que significa que un agente entra en servicio antes de que salga al compañero al que va a sustituir, «por lo que no hay incremento del servicio de ningún tipo; no es necesario que haya dos personas para lo mismo».
Además, el acuerdo entra a negociar, firmar y pactar compensaciones por asistencias al juzgado, funciones de sustitución de oficiales por subinspectores, la regulación de servicios extraordinarios y el cálculo del valor de la hora extra. Al considerar excesivo el ámbito de aplicación, Blasco ha solicitado «informes internos» para apuntalar su postura.