Canarias7.es - 04/05/2006 Actualizada a las 14:02
Un abogado y un policía dirigían una red que secuestraba a narcotraficantes
La banda era dirigida desde Barcelona desde el despacho del letrado
EFE/Alessandro dela Valle
Barcelona
La policía ha detenido a 26 presuntos integrantes de una red de narcotraficantes, entre ellos a dos policías nacionales, un mosso d'esquadra y un boxeador profesional, que estaba dirigida por un abogado de Barcelona y que se dedicaba a secuestrar a 'camellos' para quedarse con la droga que vendían.
Según ha informado hoy la Dirección General de la Policía, 18 de los detenidos, entre ellos los dos cabecillas de la banda, el abogado Francesc H.A. y el policía adscrito a la Unidad contra Redes de Inmigración y Falsificación (UCRIF) de Barcelona Erasto Antonio L.R., han sido arrestados en Barcelona, mientras que otros seis han sido detenidos en Madrid y dos en Asturias.
A la banda, dirigida desde el despacho que Francesc H.A. tiene en la calle Felipe II de Barcelona, se le ha intervenido tres kilos de cocaína, casi 150.000 euros en metálico y otros efectos relacionados con el tráfico de estupefacientes.
La operación la han llevado a cabo agentes de la Unidad de Asuntos Internos de la Policía y comenzó hace seis meses, aunque no fue hasta el pasado día 18 de abril cuando se efectuaron las primeras detenciones.
Ese día fueron detenidos en el kilómetro 101 de la N-VI (peaje de Adanero) César C.C., un policía nacional que estaba destinado en Camprodón (Girona), y su primo, Alberto G.LL., que viajaban procedentes de Madrid en dirección a Gijón.
En el interior del vehículo les intervinieron dos paquetes con tres kilos de cocaína que iba dirigida a otros traficantes de la localidad asturiana para ser distribuida.
Los investigadores tiraron del hilo y fueron deteniendo a más miembros de la banda, que actuaba de manera jerarquizada dirigida desde el despacho del abogado de Barcelona, cuyo padre, Francisco H.T., también figura entre los detenidos.
Según la policía, los integrantes de esta red diversificaban sus actividades delictivas, con las que obtenían considerables beneficios, no sólo del tráfico de drogas y del secuestro de los "camellos" para apropiarse de la droga, sino de delitos de inmigración ilegal.
Entre otras actuaciones, la policía les imputa el secuestro, el pasado mes de enero, del traficante colombiano de drogas Manuel Antonio G.S..
El traficante, que estaba vendiendo heroína, fue detenido por el policía de la UCRIF, pero, en vez de tramitar correctamente la detención, simuló falsos contactos con una autoridad judicial, que en realidad eran llamadas al abogado jefe de la banda, y le exigió el pago de 25.000 euros por su libertad.
El policía cobró el dinero que pagaron los familiares del traficante y se quedó además con la droga, que luego era de nuevo vendida por la red, que también se dedicada a comerciar con droga que compraba o sustraía en Madrid para luego venderla en Asturias.
Según la policía, la banda había concertado algunas operaciones de compra de cocaína, pero siempre acababa apoderándose del dinero y de la sustancia que había adquirido.
También hicieron algunas compras de droga en países sudamericanos para trasladarla a Espa?a y, una vez que el "mula" -correo de droga, en el argot policial- llegaba al aeropuerto, dos policías que actuaban en connivencia con el grupo desarticulado le esperaban en el aeropuerto.
A los agentes encargados del control de entrada, les manifestaban haber tenido una confidencia de que esa persona pretendía introducir droga y simulaban la identificación del portador y su detención.
Sin embargo, el "mula" quedaba en libertad y se apropiaban de la droga, que luego vendían a otros traficantes, a los que en ocasiones también intimidaron para quedarse con la droga y el dinero que traían para comprarla.
La policía también atribuye a esta organización criminal varios delitos contra la Administración Pública (cohechos activos y pasivos) y falsedades (documentos de identidad falsificados e, incluso, su venta a ciudadanos extranjeros), y su participación en delitos contra los derechos de los ciudadanos extranjeros (inmigración clandestina).
Al policía Erasto Antonio L.R., que ha ingresado en prisión, le fueron intervenidos 59.480 euros; reactivos a la cocaína; varios trozos de hachís; un juego de ganzúas; un sello de caucho con la inscripción UCRIF, cinco pasaportes en blanco de la República Libanesa; varios pasaportes de ciudadanos extranjeros; tarjetas de crédito; dos ordenadores portátiles; un lanzadestellos; un vehículo Mercedes CLK, una defensa eléctrica y diversa documentación.
Además del abogado, su padre y de los dos policías y un primo de uno de ellos, también han sido arrestados el mosso d'esquadra Carlos M.R., presunto colaborador de la trama y que está en libertad con cargos, y el boxeador profesional Francisco Manuel N.A., que era el encargado de concertar adquisiciones de droga.
Como veis, "hay para todos".