Autor: Fernando R. Ortega Vallejo, Director Jurídico
Fecha: Septiembre 2004
Origen: Multauto
Llevamos varios meses oyendo las bondades de la puesta en marcha del carné de conducir por puntos, puesto que uno de los objetivos del mismo será reducir la siniestralidad. Voy a intentar presentar una serie de argumentos que, al menos en el sector profesional, lo hace absolutamente innecesario (opino que para el resto de conductores también es innecesario). Recientemente se ha publicado el Boletín Informativo del Consejo Superior de Tráfico y Seguridad de la Circulación Vial de la DGT de junio de 2004, en el que se hacen públicos una serie de datos sobre los accidentes mortales en España en el periodo 1999-2003.
Por centrarnos en el año 2003 indicaremos que en ese año se han producido 3.444 accidentes mortales (un 5,4% menos que en 2002), en los que se han visto implicados un total de 5.648 vehículos, estando Andalucía (552 accidentes) y Cataluña (452) a la cabeza en este ranking. Pero de todos esto datos hay extremos que llaman poderosamente la atención. Hemos dicho que 5.648 vehículos se vieron implicados en accidentes mortales. Pues bien, el 65,40% (3.694) eran turismos, el 8,41% (475) furgonetas, vehículos pesados el 14,02% (792) y autocares el 1,04% (32). Es decir, el trasporte profesional apenas representa el 15% de estos accidentes, mientras que el turismo representa, por si solo, casi tres cuartas partes de la totalidad de los accidentes. Estos datos son los mejores de toda la comparativa (1999-2003) salvo el año 2001 que fue el mejor. La tendencia es por tanto manifiestamente decreciente. Sin embargo el turismo desde el 2001, crece.
Una breve reflexión sobre esto: el turismo sigue siendo el gran causante de los accidentes en España. Añadamos que según el Observatorio del Ministerio de Fomento (Octubre de 2003) el turismo representa el 78,97% de la cuota de mercado del transporte de viajeros por carretera; es decir es el mayoritario en la elección de los españoles; el autobús sólo representa el 11,71%, el tren el 4,96%, el avión el 4,05% y el 0.31% del barco.
Estos datos son sumamente interesentes, ya que como he tenido ocasión de apuntar en numerosas ocasiones, los siniestralidad vial en España se produce también por la saturación de turismos en las vías y no por lo más o menos "reprimidos" que estén los conductores. Según el Ministro de Interior, este verano se esperan 75 millones de desplazamientos (esta cifra marea). Es obvio que habrá muchos accidentes, por más que se empeñe el Ministro en decir lo contrario. Añadamos otro dato ¿por qué es Gran Bretaña el países de la UE con menos accidentes? Nos es por sus sistema de represión, ni por sus estrechas carreteras, ni siquiera por conducir por la izquierda.
El transporte privado es muy minoritario frente al público (por supuesto no hay esos brutales desplazamientos en masa que hay en España, además país de paso para los que cruzan el Estrecho). Mientras que en España la empresa líder en el transporte de viajeros por carretera emplea a 2.779 trabajadores y factura 376 millones de euros (año 2003), en Gran Bretaña, las cinco empresa más importantes del sector de transporte de viajeros por carretera, emplean a 189.175 trabajadores y sólo la primera (agárrense) tiene 45.974 trabajadores y factura 3.747.208 millones de euros.
Debemos insistir en que los accidentes no se evitan con sistemas de represión artificiales como puede ser el carné por puntos (es más eficaz nuestro actual sistema; sólo hace falta voluntad política para cumplirlo, pero no es el caso).
Otro elemento que también influye en la seguridad vial, como saben todos los lectores, además del conductor, el vehículo, es la vía. Pues daremos otro dato que nos demuestra, una vez más, que los esfuerzos siguen siendo raquíticos. Mientras que en 2.002 (fuente: M Fomento) se invirtió una media de 0,1769 euros por viajero/kilómetro, en infraestructuras de ferrocarril esta inversión sólo fue de 0,0177euros por viajero/kilómetro en carreteras. Recordemos que el automóvil tiene el 78,97% de la cuota de mercado del transporte de viajeros por carretera y sin embargo la inversión en mejorar las infraestructuras del tren frente a la carretera es de 10 a 1. Demasiada desproporcionalidad.
Como conclusión a toda esta amalgama de datos, vemos que nada es lo que parece. El sector de transporte por carretera, está implicado sólo en el 15% de los accidentes; el transporte público en España es muy minoritario frente al privado (al contrario que en otros países de la UE) y las inversiones en infraestructura de carreteras en España está muy lejos de las realizadas en otros modos de transporte, que representan una cuota de mercado muy poco significativa. No creo que hacer seguidismo de los franceses sea la mejor solución, sabiendo además que, en Francia, el que quiere ir por una autovía paga (aquí es gratis).
Por tanto conviene seguir insistiendo que no sólo el conductor (y todavía menos el profesional) es el responsable de toda la "violencia vial" (término siniestro) y que son muchos aspectos los que influyen en los accidentes y esto, como se ha visto -con datos-, no se arregla con el sistema de puntos a la francesa (como la tortilla) que se pretende implantar.