Uno de los elementos más delicados en la evaluación de la veracidad del testimonio lo encontramos en los casos de abuso sexual infantil. En caso de que tales abusos se hayan producido ello puede suponer una experiencia emocional y psicológica muy dura para el niño o la niña. En los casos en que tales denuncias no se sustentan ello ocasiona un grave perjuicio a quienes han sido acusados falsamente. Tenemos referencias cercanas en la prensa.
Entrevistar a niños no es sencillo. Un policía con amplia experiencia en interrogatorios a adultos puede encontrarse con que las herramientas y técnicas que conoce no funcionan en el caso de los niños. Lo que también es verdad en el caso de los psicólogos o psiquiatras: no es lo mismo realizar una entrevista clínica a un adulto que a un niño. Precisamente esta falta de pericia puede hacer que se obtengan declaraciones falsas. A ello ayuda tanto la falta de experiencia como las ganas de obtener testimonios para una condena.
Existen una serie de indicadores que podemos tener en cuenta en los caso de abuso sexual y cuya presencia nos ponen sobre aviso de la posible ocurrencia del abuso. Es importante tener en cuenta que la presencia de estos indicadores en la entrevista con el niño o la niña no debe cegarnos: será necesario fundamentar adecuadamente la relación de causalidad entre los indicadores y el posible abuso.
Indicadores físicos
- Dolor, golpes, quemaduras o heridas en la zona genital.
- Cerviz o vulva hinchadas o rojas.
- Semen en la boca, en los genitales o en la ropa.
- Ropa interior rasgada, manchada o ensangrentada.
- Enfermedades de transmisión sexual en genitales, ano, boca u ojos.
- Dificultad para andar y sentarse.
- Enuresis o encopresis.
- Problemas de sueño o alimentación.
- Embarazo en adolescentes.
Indicadores comportamentales
- Pérdida de apetito.
- Llantos frecuentes, sobre todo en situaciones afectivas o eróticas.
- Miedo a estar sola, a los hombres o a un determinado miembro de la familia.
- Rechazo al padre o a la madre de forma repentina.
- Cambios bruscos de conducta.
- Resistencia a desnudarse y bañarse.
- Aislamiento y rechazo de las relaciones sociales.
- Problemas escolares o rechazo en la escuela.
- Fantasías o conductas regresivas (chuparse el dedo, orinarse en la cama, etc.).
- Tendencia al secretismo.
- Agresividad, fugas o acciones delictivas.
- Autolesiones o intentos de suicidio.
Indicadores en la esfera sexual
- Rechazo de las caricias, los besos y el contacto físico.
- Conducta seductora.
- Conductas precoces o conocimientos sexuales inadecuados para su edad.
- Interés exagerado por los comportamientos sexuales de los adultos.
- Agresión sexual de un menor a otros menores.
Fuente: Echeburúa y Guerricaechevarría, 2000