El área de la Psicología Forense que tiene que ver con la elaboración de perfiles criminales es una de las más populares. Diversas películas y series de TV han popularizado más este tema, si cabe, proporcionándole un glamour del que carece en la realidad.
Revisión de la literatura científica
De acuerdo con el FBI, elaborar un perfil se define como una técnica que sirve para identificar la personalidad principal y las características conductuales de un delincuente basándose en el análisis del delito cometido. Este proceso suele implicar 7 pasos: (1) evaluación del acto criminal en sí mismo; (2) evaluación exhaustiva de las particularidades de la escena del crimen; (3) análisis exhaustivo de la víctima; (4) evaluación de los informes preliminares; (5) evaluación del informe sobre la autopsia forense; (6) desarrollo de un perfil con las características fundamentales del delincuente, y (7) sugerencias de investigación basadas en la construcción del perfil.
La perfilación criminal ha existido posiblemente desde el inicio del crimen. Existe documentación sobre los intentos de realizar un perfil de jack el Destripador en el siglo XIX. La mayor parte de la literatura moderna sobre perfilación examina delitos como asesinato, agresión sexual y violación. En ocasiones, estas tipologías se subdividen. Por ejemplo, en el caso del asesinato: asesino en serie, asesino sexual y asesino de masas. Se han empelado diversas medidas de la personalidad, como el MMPI, para predecir futuros delincuentes. Los resultados no son concluyentes.
Cada vez se estudian más los correlatos biológicos existentes tras la conducta criminal. Los estudios cromosómicos o con EEG de diversas zonas cerebrales hablan de la existencia de anormalidades biológicas como posible causa de la conducta criminal. Sin embargo, y por el momento, todos estos resultados hay que tomarlos con cautela.
Turco (1990) plantea una orientación psicoanalítica a la hora de elaborar perfiles criminológicos de los delincuentes, y resalta la importancia de las experiencias infantiles tempranas, las relaciones y los conflictos sin resolver y su relación con la conducta actual. También afirma que esta información puede emplearse para predecir conductas futuras basadas en estas variables.
Hazelwood (1983) señala que, a la hora de realizar el perfil de un violador, hay 3 pasos fundamentales: (1) entrevistar cuidadosamente a la víctima en relación a la conducta del violador; (2) analizar la conducta en un intento de clasificar la motivación subyacente al asalto, y (3) elaboración de un perfil del sujeto que es probable que haya cometido el delito de la manera informada y la motivación supuesta.
Al establecer el perfil de un violador, Hazelwood describe cómo actúa el violador en su entorno en relación a su estructura de personalidad. Se descomponen las conductas en una serie de categorías y se solicita a la víctima información detallada en relación a estas conductas para intentar clasificar al violador. El violador exhibe 3 formas básicas de conducta: fuerza física, verbal y sexual. Por ejemplo, el violador que domina a sus víctimas fundamentalmente con la degradación verbal y las amenazas puede estar exhibiendo características de personalidad consistentes con un intenso deseo de infligir daño emocional a la víctima. Esto puede ser indicativo de una ruptura reciente entre el violador y su novia. Por consiguiente, la violación sirve de venganza contra la novia a través de la víctima para satisfacer sus necesidades psicológicas. Basándose en esta información, los perfiladores pueden comenzar a formular el tipo de perfil de personalidad que puede emplear la violación como una forma de enmienda y venganza. Otras técnicas para realizar el perfil de delincuentes proviene de obtener información detallada de la población reclusa condenada por delitos iguales o similares. Estos datos se emplean para establecer patrones o normas basadas en ese tipo particular de delincuente.
Según el FBI, el desarrollo individual del criminal se basa en dos factores primarios: el predominio de una vida de fantasía y una historia personal de abusos. Estos factores se emplean para desarrollar un perfil funcional de un asesino. Entrevistas en profundidad realizadas a 36 asesinos sexuales revelaron una serie de características típicas en este tipo de delincuentes. Por ejemplo, el asesino sexual suele ser inteligente, atractivo, de estatus socio-económico alto. Sin embargo, también tienden a infravalorarse ante los demás (fracasando a la hora de establecer relaciones significativas), ven el mundo como un lugar injusto, mantienen una visión inestable e inconsistente de la autoridad y la justicia y suelen estar obsesionados con el dominio por medio de la agresión. Estos asesinos sexuales suelen tener pocas relaciones fuera de la familia inmediata, viviendo en un mundo de fantasía en el que se sienten cómodos y poseen un historial de conducta desviada.
Algunos investigadores han señalado que el delincuente habitual comparte muchas características de personalidad con el “superpolicía” (Reming, 1988), puntuando muy parecido en los tests que miden las características descriptivas percibidas en los criminales habituales. Estas similitudes se encuentran en las puntuaciones obtenidas en dimensiones como control, agresividad, vigilancia, rebeldía, nivel de energía, franqueza en la expresión, intensidad de las relaciones interpersonales, autoestima, extraversión, sociabilidad, celosía, sentimiento de posesión hacia la pareja, tendencia a no cambiar de opinión con facilidad, mujeriego y tendencia a evitar la culpa.
Ciertos criminales suelen ser el centro de atención en relación a su perfil psicológico/criminológico. No resulta extraño, pues, que estos crímenes suelan ser los más graves, como el homicidio. No resulta sorprendente que la mayoría de la investigación se centre en estos criminales, ya que son los más peligrosos. La investigación parece estar dominada por los perfiles de asesinos sexuales debido a la naturaleza propia del crimen.
A la hora de examinar una muestra de asesinos sexuales, el FBI ha desarrollado una serie de características de perfil basadas tanto en rasgos demográficos como de la escena del crimen. Estos rasgos clasifican este tipo de homicidios en organizados y desorganizados. Cada tipología permite al policía elaborar un perfil del asesino.
Características de asesino sexual organizado
- Inteligencia media o por encima de la media.
- Competente socialmente.
- Trabajo especializado.
- Sexualmente competente.
- Primogénito o de los primeros en nacimiento.
- Padre con trabajo estable.
- Disciplina inconsistente durante la infancia.
- Controla las emociones durante el crimen.
- Consume alcohol durante el crimen.
- Estrés situacional precipitador.
- Vive en pareja.
- Se desplaza con un coche en buen estado.
- Sigue el crimen en los medios de comunicación.
- Puede cambiar de trabajo o dejar la ciudad.
Características del asesino sexual desorganizado
- Inteligencia por debajo de la media.
- Inadecuado socialmente.
- Trabajo no especializado.
- Sexualmente incompetente.
- Último o de los últimos en orden de nacimiento.
- Padre con trabajo inestable.
- Disciplina severa durante la infancia.
- Ansiedad durante el crimen.
- Consumo mínimo de alcohol.
- Estrés situacional mínimo.
- Vive solo.
- Vive/trabaja cerca de la escena del crimen.
- Poco interés en las noticias.
- Cambio conductual significativo (consumo drogas/alcohol, religiosidad …)
Dividir a los asesinos sexuales en organizados y desorganizados permite una perfilación más precisa basada en información obtenida en los arrestos
Asesinos organizados: Diferencias en la escena del crimen
- Delito planeado.
- Escoge a un extraño como víctima.
- Personaliza a la víctima.
- Conversación controlada.
- La escena del crimen refleja un control total.
- Pide sumisión a la víctima.
- Emplea ligaduras.
- Actos de agresión previos a matarla.
- Esconde el cuerpo.
- Ausencia de armas/evidencias.
- Transporta a la víctima o el cuerpo.
Asesinos desorganizados: Diferencias en la escena del crimen
- Delito espontáneo.
- Conoce el lugar/la víctima.
- Despersonaliza a la víctima.
- Conversación mínima.
- Escena del crimen aleatoria y descuidada.
- Violencia súbita hacia la víctima.
- Empleo mínimo de ligaduras.
- Actos sexuales tras la muerte.
- Deja el cuerpo a la vista.
- Suele dejar el arma/evidencias.
- Deja el cuerpo en la escena del crimen.
Las características de la escena del crimen permiten al investigador desarrollar un perfil basado únicamente en las conductas exhibidas en la escena del crimen, permitiendo una descripción y un perfil psicológico basado en estos datos.
Existen otras líneas de investigación que se contraponen bastante con el enfoque norteamericano, como es la británica del Dr. Canter y su Psicología de Investigación.