Condenan al alcalde de Encinarejo al no acatar la autoridad de la Policía Local
EFE
@ Envíe esta noticia a un amigo
Un juzgado de Córdoba ha condenado al alcalde pedáneo de la entidad local autónoma de Encinarejo, Miguel Martínez Múrez, por una falta de respeto y desobediencia cometida al no acatar la autoridad de los agentes de la Policía Local de Córdoba que intentaron impedir que paralizase unas obras.
La sentencia, a la que ha tenido acceso Efe, considera probado que el 23 de mayo 2005 dos agentes de la Policía Local de Córdoba fueron requeridos para que se diera cumplimiento a un decreto de la Gerencia Municipal de Urbanismo de la capital cordobesa por el que se autorizaban unos cortes parciales de tráfico en una de las calles de Encinarejo con motivo de unas obras de urbanización.
Cuando los agentes llegaron al lugar encontraron a un grupo de vecinos, entre los que se encontraba el secretario y el alcalde pedáneo de esa entidad menor, Carlos Orense y Miguel Martínez Múrez respectivamente, que estaban impidiendo la ejecución de la obra.
A?ade que los agentes exhibieron el decreto que autorizaba esta actuación, momento en el que Martínez Múrez les dijo que no reconocía ni la autoridad que ellos representan ni el documento que le habían exhibido.
Del mismo modo, cuando los agentes le solicitaron que se identificase, el alcalde pedáneo les dijo que el Ayuntamiento de Córdoba "no tiene competencias en Encinarejo", por lo que "no os reconozco como agentes de la autoridad" y "no os hago caso", a lo que a?adió que "ustedes deberían obedecerme a mí, que soy la autoridad aquí".
Los agentes, para evitar un grave altercado público, decidieron entonces retirarse a la espera de nuevas órdenes, sin que Martínez Múrez llegará a identificarse.
Posteriormente, el 2 de junio y con la misma finalidad fue requerida la presencia de otros cuatro agentes de la Policía Local para que se personaran en Encinarejo, ya que las obras habían vuelto a ser paralizadas por varios vecinos, entre los que se encontraba el alcalde pedáneo.
La sentencia recoge que, de nuevo, esta persona se negó en principio a identificarse y que, junto con varios vecinos, se dirigieron al gerente de la empresa adjudicataria de las obras llamándole "miserable, rata, sinvergüenza".
En opinión del juzgado, los hechos son constitutivos de una falta de respeto y desobediencia a la autoridad y sus agentes, ya que no atendió "un mandato claro, explícito y terminante emitido por un agente de la autoridad que ejercía las funciones propias de su cargo sin extralimitación".
De hecho, los policías locales declararon que Martínez Múrez se negó el 23 de mayo 2005 reiteradamente a identificarse, "mostrando una actitud desafiante, atentando voluntaria y conscientemente al principio de autoridad de los agentes".
Recoge también la sentencia que Martínez Múrez, que provocó con su comportamiento "un grave altercado público", alegó en su descargo que no se identificó por ser una persona sobradamente conocida, sobre lo que la sentencia dice que, aunque lo fuera, "ello no lo exime de la obligación que todos tenemos legalmente de identificarnos fehacientemente ante un agente de la autoridad" que lo requiera.
Por todo esto, el juzgado le condena como autor de una falta de respeto y desobediencia a una multa de 15 días a razón de 15 euros diarios.